viernes, 27 de mayo de 2011

Vivimos en una simulacion de computadora? (matrix)


Una simulación computarizada suficientemente poderosa sería indistinguible de la realidad para nuestro cerebro. En un  universo tan vasto como el nuestro, es muy probable que llegue a existir un poder computacional capaz de realizar dicha simulación. Así que en teoría es plausible que habitemos en una simulación sin poder saberlo (salvo por métodos no ordinarios de conocimiento).
La historia de Siddartha narra que antes de la iluminación este joven brahmán –que lo mismo experimentó el ascetismo como participó en épicas farras (sexo, drogas y gnosis)- descubrió que la realidad que percibimos es una ilusión (samsara o maia) y a partir de esto, sine qua non, pudo alcanzar un estado de conciencia elevada.  Es muy probable que si los viejos textos de la India tuvieran conceptos como simulacro, computación, animación, holograma, esta ilusión habría sido descrita en estos términos. No es casualidad que la diosa Maia, la diosa de la ilusión en la India se haya transformado en nuestro actual concepto de la Matrix (un trazo estimológico de ciencia ficción que convierte la ilusión de la materia en el sueño de la mente). Quizás no sea insignificante que en Grecia, Maia, ascendida a las Pléyades, es la madre, de Hermes, el hacker por antonomasia,  el Neo histórico, que en su cuerpo esotérico deja las llaves para escapar de la Matrix.
Pero más allá de la especulación mítico religiosa esta simulación computarizada intuida por el misticismo encuentra actualmente su soporte teórico en las matemáticas y en la filosofía de la ciencia.
Para reproducir experiencias subjetivas solo se necesitaría replicar los procesos computacionales estructurales del cerebro humano al nivel de sinapsis individuales. Computadoras cuánticas, computadoras de materia nuclear o de plasma, podrían en teoría replicar estructuralmente estos procesos cerebales a microescala.
Una maduración tecnológica haría posible convertir planetas enteros en poderosas supercomputadoras. Una civilización posthumana con estas capacidades podría descubrir nuevos fenómenos naturales y trascender los paradigmas actuales de la física.
El simulador posthumano tendría suficiente poder computacional para rastrear a detalle las creencias y los estados mentales de todos los cerebros humanos en todos los momentos. De esta forma podría saber cuando un humano está por hacer una observación del  mundo microscópico o de algún aspecto de la simulación que no es simulado permanentemente y llenarlo con suficiente detalle en el momento de la observación según sea necesario. Si algún error ocurriera, el director de la simulación podría editar los estados cerebrales antes de que se den cuenta de la anomalía y echen a perder la simulación. Aunque la misma simulación podría tener en su programa permitir según ciertos algoritmos condicionales a algunos humanos observar la naturaleza del mundo en el que viven. Inlcuso es posible que los mismos simuladores –a la manera de Avatar- participen en ocasiones veladamente dentro de la simulación para impedir que los humanos simulados descubran el simulacro o quizás para dirigir el orden de las cosas hacia un estado deseado.

1 comentario:

  1. Haha me gusta, con mi papa hemos hablado tantas veces de esto, pero lo de la supercomputadora planetaria si que nunca lo habia tomado en cuenta.

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